Principio de individualidad
Biche – Antonio Pastor Beigveder
La ansiada búsqueda del atleta por conocer el “secreto” para alcanzar su plenitud física, hace que el postulado de verdades absolutas sea un gran enemigo para el deportista en general.
Me explico… Son innumerables los baches, decepciones, estancamientos, que sufrimos a lo largo de nuestra carrera deportiva y la desesperación en algunas ocasiones, es muy elevada. Ante ella, tendemos a hacer caso a opiniones de otros deportistas que admiramos o que han avanzado más que nosotros como solución a nuestro problema.
En el deporte no podemos extrapolar los resultados de ningún método, a lo que ocurrirá con nosotros si lo experimentamos. Afectan innumerables variables en procesos fisiológicos relacionado con las adaptaciones en el entreno y es temerario establecer relaciones de causalidad directa entre intervención-resultado.
En el hipotético caso de que encontremos un método que nos ayude a conseguir nuestros objetivos como esperábamos, tenemos que ser conscientes de que la siguiente pregunta que debemos hacernos es: ¿Por cuánto tiempo será efectivo?, lo que nos funciona hoy, no nos funcionará mañana del mismo modo, por lo que invalidamos tajante mente a cualquier verdad absoluta.
Cuando escuchamos afirmaciones como en periodo de “crecimiento” la ingesta calórica debe de ser tal, o que el ejercicio cardiovascular debe ser siempre de este modo, debemos ser consciente de que a nosotros no tiene porqué beneficiarnos en ese momento ni de la misma forma. De igual modo, no existe ni un método de entrenar ideal, ni una forma de alimentarnos especial para conseguir el resultado que deseamos.
Para mí, las únicas máximas que debemos llevar a raja tabla son:
1- Mantenernos ilusionados y confiados en lo que estamos haciendo. Realizar nuestras tareas diarias con entusiasmo y viviendo cada día para que cuente positivamente.
2- Tener la capacidad para seleccionar qué método de trabajo es el idóneo en cada una de las etapas que vamos atravesando, valorando exhaustivamente nuestro contexto actual y nuestro estado físico y psíquico. Si no posees esa capacidad selecciona un entrenador que tengas la certeza que se preocupará por ti en este aspecto.
3- No perder la disciplina, la paciencia, ni la constancia. Son las únicas armas que siempre nos aportaran un beneficio en todas las fases que vivamos
El único “secreto” bajo mi experiencia en el deporte, después de toda una vida dedicada a él en cuerpo y mente es:
Ser consciente (o tener la figura de un entrenador que lo sea por ti) de identificar qué situación se me presenta AHORA, y qué herramientas necesito para avanzar hacia mi objetivo. Manteniéndose constante, paciente, confiado y con ilusión.