Las enfermedades renales aumentan su prevalencia en nuestra sociedad de forma alarmante. El número de pacientes con enfermedad renal crónica en estadío V tratados mediante hemodiálisis (HD) aumenta año a año, en España aumentó más de un 67% el número de sesiones de HD realizadas en 2004 respecto a los datos de 1999 (Segura Ortí 2010).

Los riñones son estructuras funcionales vitales encargadas de eliminar y filtrar el contenido sanguíneo, eliminando desechos y equilibrando el agua de nuestro organismo. Además la glándula suprarrenal tiene una función hormonal importantísima para la adaptación fisiológica en nuestro deporte, clave para la regulación cardíaca (aldosterona, reguladora de la tensión arterial) y la recuperación muscular (hormonas reguladoras del stress como corticoesteroides, principalmente cortisol, e incluso testosterona) (Amelia E. 2009). Proteger y vigilar su correcto funcionamiento es una tarea esencial para el deportista y debemos estar en alerta de cualquier tipo de daño, puesto que una patología renal crónica te aparta completamente del alto rendimiento de cualquier práctica deportiva. El paciente renal crónico es el enfermo que más prevalencia de ansiedad y peor percepción de calidad de vida tiene de él mismo (Rodríguez M, 2005). Los que trabajamos con ellos, somos consciente de la cantidad de limitaciones y barreras que se encuentran en su día a día, debemos de tomar esto muy en serio.

Pero tenemos un problema con este órgano, no avisa, no duele, no alarma con ningún síntoma sobre su deterioro o estrés funcional siendo muy difícil detectar y frenar la progresión de la enfermedad renal sobretodo en personas jóvenes. El daño renal viene producido por numerosos factores que en cada caso particular, cobra más importancia uno que otro. Por ser multicausal es muy difícil aislar y concretar exactamente cuál es el motivo que provoca la patología (Stefanovic V. 2005). Los principales factores que causan daño renal en persona joven deportista son:

  • Factores genéticos. Si en su familia han padecido enfermedad renal usted puede tener predisposición a ella. Como en la mayoría de las enfermedades crónicas el factor hereditario es importante tenerlo en cuenta y debe permanecer especialmente en alerta si tiene familiares que han padecido problemas renales (centro de prevención de enfermedades renales 2014).
  • Diabetes e hipertensión arterial. La principal causa de daño renal es la nefropatía diabética. Es importante no realizar prácticas nocivas que le predispongan a desarrollar una diabetes. Igualmente si es hipertenso puede que estén dañados los vasos que irrigan el riñón causando daño en él.
  • La polimedicación y el uso de drogas. La mayoría de los fármacos son eliminados por el riñón y muchos causan bastante daño a las estructuras renales (nefrotoxicidad). En las sociedades occidentales es un grandísimo problema el uso indiscriminado de fármacos sin prescripción médica. La mayoría son nefrotóxicos y cada uno va sumando su daño, pero debemos de tener especialmente cuidado por el uso abusivo que hacemos de los AINES (especialmente del ibuprofeno y la aspirina) y de los antibióticos. El uso de drogas aumenta exponencialmente la probabilidad de daño renal. Los deportistas que más tratamos con fracaso renal son pacientes que toman frecuentemente fármacos que mejoran su rendimiento deportivo como esteroides, corticoides y analgésicos.
  • El tipo de alimentación. Tema que genera gran controversia en el mundo del deporte. ¿El tipo de alimentación hiperproteica que utilizamos daña al riñón? Lo cierto es que hoy por hoy, no hay evidencia científica de que una dieta hiperproteica en deportistas que realicen una práctica deportiva de excesivo desgaste muscular, sea la causa de patologías renales. No hay evidencias de peso con nuestra población de estudio, ni con el suficiente número de sujetos participantes para sacar conclusiones claras. Teniendo en cuenta el gran número de deportistas que se alimentan con un exceso proteico, existe una mínima incidencia de enfermedad renal en deportistas que realicen dieta hiperproteica prolongada y que no consuman drogas. Pero ésta información no debe de usarse como bandera e ingerir las dosis de proteínas que queramos, porque lo que sí sabemos es que la metabolización de las proteínas genera un residuo (el amonio, que es metabolizado por el hígado en urea, menos tóxico, pero que de igual modo tenemos que eliminar) y que en su exceso, causa problemas graves digestivos, de consciencia, de alteración del ph (aumentando acidez, con consecuencias muy negativas a nivel sistémico) Cuando el aporte proteico es mayor a la capacidad de asimilación del individuo, la urea en sangre se mantiene alta por la incapacidad del riñón de eliminarla fácilmente. Necesitamos aumentar el volumen de orina para poder eliminarla correctamente. Mi consejo es siempre la moderación en todo ámbito, nunca más es mejor en el funcionamiento fisiológico.
  • El excesivo ejercicio intenso (la nefropatía por ejercicio intenso, rabdomiólisis). Cuando realizamos ejercicio muy intenso con gran deterioro muscular como el que desarrollamos diariamente en el entreno intenso, se vierte a la sangre estructuras musculares de gran peso molecular que son filtradas por el riñón causando gran daño a la nefrona. Suele aparecer sangrado en orina y un incremento desmesurado de enzimas de daño muscular (CPK).

Todos estos factores van sumando estrés renal y pueden generar algún tipo de nefropatía. Para detectar y prevenir la enfermedad renal debemos realizarnos un estudio de algunas pruebas diagnósticas y fijarnos muy bien en una serie de biomarcadores. Para prevenir cualquier patología renal vamos a estudiar los siguientes parámetros (Soriano Cabrera 2004):

1) Analítica sanguínea. Prestar atención a dos biomarcadores:

  • Creatinina sérica. La creatinina es un biomarcador que es eliminado íntegramente por los riñones. Un aumento en los niveles sanguíneos de creatinina indica un comportamiento anormal en el funcionamiento renal y un déficit en su eliminación. Su resultado normal en hombres de 0.7 a 1.3 mg/dL y de 0.6 a 1.1 mg/dL para las mujeres. Estos resultados varían en función de la talla y la masa muscular, por lo que solemos tener los valores por encima de 1.0 mg/dL. ¡Pero cuidado!  incluso si de una analítica a otra observamos una subida significativa (aún estando dentro de los límites) debemos de acudir al médico.
  • FG o aclaramiento de creatinina. Brinda un cálculo aproximado de la cantidad de sangre que pasa a través de los glomérulos. Los glomérulos son los diminutos filtros en los riñones que filtran los residuos de la sangre. Su valor normal es por encima de 90 y menos significa que la capacidad renal está disminuida. Menos de 45 un daño renal grave y menos de 15 es fracaso renal.

2) Análisis de muestra de orina. Albúmina:

La albúmina es la proteína de transporte mayoritaria en nuestro organismo y se encuentra abundantemente en la sangre. Una orina con albúmina en exceso indica una disfunción e incapacidad renal que debemos de estudiar, puesto que un riñón sano no deja el paso de ella al exterior (debe de mantenerse en menos de 8 mg/dl y si es un control de orina de 24 horas no más de 30mg /día).

Estos son los principales marcadores que nos indican una alteración renal, pero además hay otros como potasio, calcio, PTH, fósforo, vitamina D y hematocrito que su alteración debe hacernos sospechar. Cualquier alteración de alguna de ellas es motivo justificado para acudir al nefrólogo y estudiarlo en profundidad.

Mis recomendaciones para prevenir el daño renal si practicas fisicoculturismo/fitness son:

  • Consumo de proteínas. Las recomendaciones para deportistas con entrenos de deterioro de masa muscular se está incrementando cada década en función de la llegada de mejores estudios con mayor peso de evidencia. El estudio de Javornick (2004) recomienda la toma de 1,8 gr por kilo de peso. Otros autores ya defienden la toma de proteínas para fisicoculturistas o atletas de fuerza de 2 gr por kilo de peso e incluso cercano a 3 gr por kilo en casos particulares (Marcela G-G et all 2001, Eduardo G 2011, Lucila P et all 2014). Es muy difícil hacer una recomendación general porque es un factor muy individual que valorar.

Os recomiendo moderar vuestro consumo proteico y repartirlo de forma más homogenea durante el día. Mejorareis mucho a nivel digestivo y los resultados serán iguales o mejores; “la proteínas es necesaria, pero su exceso no mejora ni el rendimiento ni la masa muscular” (JP Guisado). La suplementación proteica no daña más tu riñón que tu ingesta proteica en alimentos, si no nos excedemos en sus dosis. De hecho, un consumo deficitario de proteínas (que no es nuestro caso), genera problemas mucho más graves como malnutrición, favorecer la hipertensión y la diabetes (Reed D. 1985), pero curiosamente estos datos no tienen tanta repercusión mediática.

  • Consumo de agua. Para favorecer la eliminación de urea y de los desechos que generamos y así ayudar a regular el ph sanguíneo (muy importante en la recuperación de nuestros entrenos). Tenemos que adelantarnos a la sensación de sed, y ser consciente de cual es la necesidad real de líquidos. La sensación de sed está afectada por otros factores que pueden enmascarar las necesidades reales. La deshidratación es uno de los principales motivos de catabolismo muscular y aumento del estrés renal. Un buen reparto de la ingesta de líquido durante el día asegurará el correcto funcionamiento de tu organismo. Aconsejo siempre a mis atletas beber 1-2 vasos de agua entre comidas y establecer el hábito de toma de té e infusiones a lo largo del día, sobretodo alejado de la hora de entreno.
  • Controlar tu tensión arterial cada semana. Al igual que nos gusta controlar el peso a menudo, os recomiendo que incorporéis en vuestro control semanal en ayunas, peso, fotos y tensión arterial. Mantenerte normotenso es una buena señal de que las cosas están haciéndose bien.
  • Pruebas sanguíneas y de orina anuales o cada 6 meses si eres competidor. Estudiar especialmente los biomarcadores citados para la protección renal, Creatinina, FG y albúmina.

La prevención y evitar siempre los excesos en todas las áreas que afectan al deporte, nos asegurarán poder llevar este estilo de vida por siempre. Recordad, cada uno de vosotros sois representantes de vuestro deporte y los extremismos se pagan. No más es mejor en nuestro organismo.

Luchemos por nuestro respeto y por nuestra salud.